Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tomaron el control de al-Fashir a finales de octubre de 2025, lo que intensificó el conflicto en la región de Darfur.Amnistía Internacional acusó a las RSF de crímenes de guerra generalizados, incluyendo asesinatos, torturas, violencia sexual y destrucción de infraestructura civil durante los ataques al campo de refugiados Zamzam y la ciudad de al-Fashir.A pesar de una declaración de alto el fuego, los combates continúan, y la
ONU ha pedido investigaciones sobre las atrocidades, mientras la hambruna severa y el desplazamiento afectan a cientos de miles de civiles.