Stephen Miller y otros altos funcionarios discutieron ataques contra los cárteles mexicanos y, tras revisiones legales, la administración autorizó una campaña letal no ortodoxa que luego se centró en Venezuela después de que Donald Trump designara el fentanilo ilícito como arma de destrucción masiva.La orden ejecutiva define el fentanilo ilícito según el Controlled Substances Act, excluye el fentanilo médico recetado legalmente, ordena al DOJ perseguir de inmediato los casos de tráfico, amplía los roles del DOD y las herramientas de inteligencia y nombra a Pam Bondi para enjuiciar.La campaña ha incluido ataques marítimos en el Pacífico oriental y el Caribe, al menos noventa y cinco muertos en unas veinticinco acciones según cuentas de la administración, la incautación de un petrolero sancionado, imágenes del
Pentágono de embarcaciones explotando y duras críticas de expertos legales, sanitarios y legisladores.
Publicado: Lunes | Actualizado: 18h