La estrategia de seguridad nacional propuesta por Donald Trump aboga por una disminución del papel de EE. UU. en la OTAN y considera a Europa como un adversario, promoviendo una "europeización de la OTAN" y el posible respaldo a partidos "patrióticos".Esta postura controvertida ha generado un fuerte rechazo de líderes europeos como Ursula von der Leyen, aunque figuras como Jordan Bardella y la Alternative für Deutschland de Alemania expresaron su acuerdo con su descripción de un Occidente en declive.Un comentario de
Ingmar Nevéus sugiere que una Europa fragmentada se alinea con los deseos de Trump de debilitar la
UE, a pesar de las negaciones de la
Casa Blanca y el fuerte apoyo público a la membresía en la
UE en países como Austria, Hungría, Italia y Polonia.