Donald Trump criticó a 21 senadores republicanos de Indiana tras rechazar un plan de redistribución aprobado por la Cámara estatal que Trump apoyaba, y prometió ayudar a que sean derrotados en las primarias. Los senadores, encabezados por
Rodric Bray, dijeron no tener suficiente apoyo para un mapa a mitad de mandato que habría dividido Indianapolis en cuatro distritos para diluir los votos demócratas; su desafío siguió a semanas de presión de la
Casa Blanca que incluyó al vicepresidente
JD Vance,
Mike Pence y otros asesores. El episodio expuso profundas fisuras internas en el partido en Indiana y provocó amenazas de primarias y acusaciones —incluidas las disputadas afirmaciones de que Trump habría amenazado con recortar fondos federales— mientras los republicanos estatales debatían las consecuencias políticas y los residentes de pequeños municipios temían perder influencia frente a Indianapolis.