Nicolás Maduro se ha convertido en la figura central de una confrontación que se acelera rápidamente con Estados Unidos y que combina presión diplomática, despliegues militares aumentados en el Caribe y frecuentes denuncias públicas desde Caracas.Funcionarios estadounidenses y reportes regionales señalan que asesores cercanos a Donald Trump han impulsado una campaña que incluiría acciones encubiertas, ataques aéreos y navales selectivos y la incautación de activos, mientras Estados Unidos presenta operaciones como dirigidas al narcotráfico y la incautación del petrolero conocido como Skipper ha agudizado la alarma regional.Aleksandr Lukashenko afirmó en un canal de noticias de Estados Unidos que Maduro sería bienvenido en Bielorrusia si fuera obligado a dejar el cargo y pidió una solución pacífica, mientras la
UE amplió sanciones y analistas advirtieron del riesgo de una mayor desestabilización regional.