La Operación Kenova concluyó que el MI5 protegió excesivamente al agente del IRA Stakeknife, identificado como Freddie Scappaticci, durante 50 años, a pesar de su implicación en secuestros y asesinatos.El informe final reveló que el MI5 estaba al tanto del reclutamiento de Stakeknife y de su papel en la unidad de seguridad interna del IRA, responsable de identificar y asesinar a presuntos informantes, y que los manejadores ignoraron las directrices por lealtad.Sir
Iain Livingstone argumentó que la política del gobierno de ni confirmar ni negar la existencia de agentes no debería proteger a quienes cometen crímenes atroces, ya que Stakeknife fue bien recompensado económicamente y reubicado con protección del
MI5 tras la exposición mediática.