Ecuador se enfrenta a una grave crisis, ya que sus prisiones se han convertido en bastiones para organizaciones criminales internacionales, evidenciado por las recientes muertes de 13 reclusos en una prisión de Machala y una explosión asociada.Esta violencia escalada, que incluye coches bomba y enfrentamientos entre bandas y tropas militares, se ve exacerbada por el cambio en las prioridades antidrogas de EE. UU