Ford está trasladando sus fábricas de baterías para vehículos eléctricos hacia el almacenamiento de energía a gran escala para centros de datos de IA, anunciando la reconversión de su planta de Glendale en Kentucky y una inversión de 2.000 millones de dólares para escalar un negocio que espera desplegar al menos 20 GWh de capacidad antes de finales de 2027 tras revelar una reordenación más amplia que implicará alrededor de 19.500 millones de dólares en cargos especiales.La compañía dijo que convertirá otra planta en Michigan para fabricar unidades más pequeñas de uso residencial, disolverá su asociación con la surcoreana SK On para asumir el control total de BlueOval SK, y Jim Farley afirmó que la decisión responde a la debilidad de la demanda de vehículos eléctricos en Estados Unidos.Como parte de la reestructuración Ford cancelará varios programas EV de alta gama, dejará de producir la F-150 Lightning totalmente eléctrica y en su lugar ofrecerá una Lightning de autonomía extendida con un generador de gasolina capaz de hasta 700 millas construida en el Rouge Electric Vehicle Center en Dearborn, Michigan; los ejecutivos calcularon unos 5.500 millones de dólares en efectos de caja hasta 2027, al menos 1.600 despidos y la meta de recuperar un EBIT ajustado de alrededor de 7.000 millones de dólares en 2025 mientras mantienen una senda hacia la rentabilidad de Model e para 2029.