El imperio mediático conservador de Angelucci y la maquinaria partidista de
Fratelli d’Italia aparecen como dos pilares interconectados de un sistema de derechas que premia la lealtad, dirige el dinero público y moldea el relato sobre la Iglesia, el Estado y la cultura en
Italia. Los cambios de personal en
Il Giornale en torno a
Tommaso Cerno y
Nico Spuntoni, entrelazados con la red de contratos, festivales y proveedores que gira en torno a
Martin Avaro,
Atreju,
CasaPound,
Forza Nuova,
Francesco Acquaroli,
Francesco Lollobrigida y
Giorgia Meloni, revelan un patrón más amplio en el que la influencia mediática, los fondos públicos y las redes de extrema derecha se refuerzan mutuamente mientras las estructuras de liderazgo permanecen prácticamente intactas a la espera de un referéndum sobre la justicia.