Donald Trump firmó recientemente una orden ejecutiva para establecer un marco nacional de regulación de la IA, con el objetivo de prevenir diversas leyes a nivel estatal y asegurar el dominio global estadounidense en IA sobre competidores como China.La orden instruye a las agencias federales, incluidos el Departamento de Justicia y el Departamento de Comercio, a impugnar las regulaciones estatales de IA consideradas "onerosas" y amenaza con retener fondos federales, una medida ampliamente respaldada por gigantes tecnológicos como OpenAI, Microsoft, Google y Nvidia.Los críticos, incluidos legisladores demócratas, funcionarios estatales como
Brianna Titone y grupos como
Public Citizen, argumentan que la orden socava la protección del consumidor, sofoca la supervisión estatal y podría conducir a un desarrollo descontrolado de la
IA.