Ales Bialiatski, premio Nobel de la Paz y fundador del grupo de derechos humanos
Viasna, fue liberado en el marco de un canje negociado que permitió la excarcelación de 123 presos políticos en
Bielorrusia a cambio de un alivio de las sanciones de Estados Unidos sobre el sector de la potasa del país. El acuerdo, intermediado por
Alexander Lukashenko a través de un enviado vinculado con
Donald Trump, también aseguró la libertad de la opositora
Maria Kolesnikova, del ciudadano japonés
Masatoshi Nakanishi y de otros detenidos, mientras Rusia y defensores de derechos humanos criticaban el arreglo y lo que perciben como pasividad de la
UE. Desde el exilio en Lituania, tras relatar las duras condiciones en la Colonia Penal n.º 9, con aislamiento y humillaciones constantes, Bialiatski explicó que el Nobel lo protegió en parte de los peores abusos, prometió continuar su labor con
Viasna, instó a la
UE y a Estados Unidos a combinar presión firme y negociaciones creíbles para poner fin a la represión, y advirtió de que unos 1.110 presos políticos, entre ellos sus colegas
Marfa Rabkova y
Valiantsin Stefanovich, siguen encarcelados mientras Minsk busca un cauteloso acercamiento a Occidente.