La administración de Donald Trump ha intensificado las deportaciones de iraníes, con un segundo vuelo que transportó a 55 individuos desde los EE.UU. hacia Irán.Esta acción revierte décadas de política de EE.UU. que protegía a los disidentes iraníes que huían de la persecución desde la Revolución Islámica de 1979.Grupos de derechos humanos, incluido el National Iranian American Council, expresaron una preocupación significativa, argumentando que las deportaciones violan los derechos y podrían exponer a los individuos a graves daños.