Donald Trump ha enfrentado recientemente un renovado escrutinio sobre su resistencia física y habilidades cognitivas, especialmente después de aparecer con vendas prominentes en la mano y reportes de somnolencia durante reuniones.La Casa Blanca, a través de la secretaria de prensa Karoline Leavitt, atribuyó las marcas en su mano a frecuentes apretones de manos y a un régimen diario de aspirina, citando un examen médico exhaustivo en octubre que lo declaró en excelente salud.Trump defendió vigorosamente su salud en
Truth Social, afirmando "calificaciones PERFECTAS" en los exámenes y haber "SUPERADO" las pruebas cognitivas, y acusando a medios como el "
New York Times" de comportamiento "traidor" por investigar su condición.