El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han propuesto nuevas y estrictas normativas de seguridad para viajes a Estados Unidos, exigiendo datos personales y biométricos extensos a los solicitantes ESTA de países del Programa de Exención de Visa (VWP).Estas medidas, que se hacen eco de una orden ejecutiva de Donald Trump, incluyen cinco años de historial de redes sociales, una década de direcciones de correo electrónico y números de teléfono, información familiar detallada y potencialmente una "selfie de salida", lo que genera importantes preocupaciones sobre la privacidad.La propuesta ha enfadado a los viajeros, especialmente a los australianos, con políticos como
Jonno Duniam criticando el plan, aunque
Anthony Albanese reconoció el derecho soberano de Estados Unidos a establecer sus propias reglas de entrada.