La UNESCO designó oficialmente la cocina italiana como Patrimonio Cultural Inmaterial, una decisión celebrada por Giorgia Meloni, Francesco Lollobrigida y Antonio Tajani, que convierte a este en el primer estilo gastronómico nacional en lograr este estatus global.Este reconocimiento, que estima un impacto económico anual de 700 mil millones €, subraya la mezcla única de comunidad, sostenibilidad, biodiversidad y prácticas anti-desperdicio de la cocina, junto con su vital transmisión intergeneracional de sabores.Celebraciones generalizadas en toda
Italia, incluidos eventos culturales en
Roma y Milán, acompañaron el anuncio, que los funcionarios creen que ayudará a proteger los productos italianos auténticos de las imitaciones "Italian sounding".