Jason Collins, el pionero exjugador de la NBA y primer atleta activamente gay de la liga, anunció su diagnóstico de glioblastoma en estadio 4, un cáncer cerebral muy agresivo, confirmando un pronóstico severo.Collins está recibiendo un tratamiento multidisciplinario intensivo en Singapur, que combina radioterapia, quimioterapia y un fármaco de inmunoterapia experimental, con el apoyo de su hermano Jarron Collins y su esposo Brunson Greene.A pesar de los síntomas iniciales de pérdida de memoria y dificultades de concentración en agosto que llevaron al diagnóstico crítico, Collins expresó una voluntad decidida de luchar contra el cáncer, esperando inspirar a otros y superar los límites médicos.