Donald Trump y su administración anunciaron recientemente planes para una nueva zona militarizada a lo largo de la frontera de California con México, transfiriendo cientos de acres de tierras públicas a la Armada para un Área de Defensa Nacional.Esta medida, similar a estrategias en otros estados fronterizos, busca reforzar la seguridad nacional, pero enfrenta fuertes críticas de funcionarios locales y grupos de derechos civiles.Un juez federal también ordenó a la administración que cediera el control de las tropas de la
Guardia Nacional de California en Los Ángeles, aumentando las tensiones sobre las políticas migratorias.