Donald Trump impulsa un polémico rediseño del programa de monedas conmemorativas
America 250 y pretende colocar su propio rostro en la nueva moneda de un dólar, a pesar de la tradición de no usar líderes vivos en el dinero. La propuesta dejaría de lado los primeros diseños de la US Mint, que rendían homenaje a figuras como
Frederick Douglass, una sufragista y
Ruby Bridges, junto con otras monedas
America 250 dedicadas a los padres fundadores, al Mayflower Compact y a los peregrinos de la colonia de Plymouth. Los defensores en la
administración Trump presentan la idea como un símbolo de prosperidad y patriotismo, mientras que los críticos advierten de posibles choques con la ley federal, del abandono de los temas de diversidad y del riesgo de politizar una celebración de los 250 años de historia estadounidense.