La Unión Europea (UE) ha finalizado importantes reformas en sus políticas de asilo y deportación, estableciendo procedimientos comunes de retorno y una lista armonizada de "países de origen seguros".Estas medidas permitirán el procesamiento de solicitantes de asilo en las fronteras exteriores de la UE e introducirán sanciones por la falta de cooperación con la repatriación, incluida la detención y la denegación de beneficios.Un sistema de "solidaridad" para 2026 distribuirá a los solicitantes de asilo, con la opción para los Estados miembros de acogerlos o contribuir financieramente, aunque se han concedido exenciones a varios países debido a sus significativas situaciones migratorias.