El vuelo 1112 de JetBlue de Curaçao a Nueva York evitó por muy poco una colisión en el aire con un avión cisterna de reabastecimiento KC-135R de la Fuerza Aérea estadounidense que se cruzó en su trayectoria sin transpondedor activo cerca del espacio aéreo venezolano, lo que obligó a la tripulación a interrumpir el ascenso mientras los pasajeros no eran conscientes del peligro y los controladores aéreos regionales tenían dificultades para seguir a la aeronave militar.Grabaciones e informes del control de tráfico aéreo de Curaçao y de autoridades estadounidenses muestran al comandante de JetBlue afirmar que los aviones casi chocan a la misma altitud separados solo por unas pocas millas, mientras el controlador confirmaba que la cisterna era invisible en el radar y parecía dirigirse hacia el espacio aéreo venezolano a unos cuarenta kilómetros al sur de Curaçao, en un contexto de inusual incremento de tráfico militar no identificado en los cielos del Caribe.El portavoz de
JetBlue Derek Dombrowski señaló que la tripulación siguió los procedimientos estándar y notificó el incidente a la Federal Aviation Administration y a otras autoridades federales, mientras el U.S. Southern Command reconocía operaciones militares en curso en la región, el
Pentágono y la Fuerza Aérea estadounidense evitaban hacer comentarios inmediatos y las autoridades de aviación civil mantenían una alerta vigente que insta a extremar la precaución cerca de
Curaçao.