El gobierno de Estados Unidos reconoció por primera vez su responsabilidad directa en una respuesta judicial a la primera demanda civil, tras la colisión de mediados de enero cerca del aeropuerto Ronald Reagan que dejó 67 muertos.El Departamento de Justicia afirmó que Estados Unidos "tenía el deber de cuidado hacia los demandantes, que incumplió, provocando directamente el trágico accidente" y atribuyó parte de la culpa a la Federal Aviation Administration y al Ejército, sin descartar responsabilidad compartida de pilotos y aerolíneas.La
NTSB continúa la investigación y dijo que el Black Hawk volaba unos 24 metros por encima del límite permitido, detectó discrepancias en el altímetro barométrico y cuestionó las prácticas de separación visual que la
FAA ha limitado;
American Airlines y
PSA Airlines pidieron ser excluidas de la demanda y el informe final de la
NTSB está pendiente.