Péter Magyar encabezó a decenas de miles de manifestantes por Budapest para protestar por vídeos filtrados que mostraban presuntos abusos en instituciones estatales para menores, y muchos corearon «Orban, get out!».Manifestantes y dirigentes de la oposición acusaron al gobierno de Viktor Orbán de haber desatendido denuncias durante años, señalando que la policía y la fiscalía a veces archivaban casos pese a detenciones recientes y a que los centros pasaran a estar bajo supervisión policial.La movilización, organizada por el
Partido Tisza, que en muchas encuestas independientes supera a
Fidesz, aumentó la presión sobre el gobierno en medio de inquietudes por la concentración mediática de cara a las próximas
elecciones parlamentarias.