Ursula von der Leyen intenta paraficiar un acuerdo comercial UE–Mercosur en un cumbre en Brasil, pero Emmanuel Macron y Francia han pedido formalmente aplazar la aprobación porque los agricultores y sindicatos franceses consideran que las salvaguardias son insuficientes.La Comisión Europea considera la firma "crucial" por razones económicas, diplomáticas y geopolíticas y afirma que mantendrá su calendario, pero debe obtener la aprobación de los Estados miembros en Bruselas y luego afrontar una votación ajustada en el Parlamento Europeo de 720 miembros.Partidarios como Alemania y España sostienen que el pacto potenciaría las exportaciones de coches, maquinaria, vino y licores, mientras los opositores temen una avalancha de importaciones sudamericanas y han convocado grandes protestas que podrían complicar las deliberaciones de los líderes.