Donald Trump aprovechó una recepción de fin de año en la Casa Blanca para presentar un ambicioso plan de construir un arco triunfal gigante en Washington DC, encargando al jefe del Domestic Policy CouncilVince Haley que convierta el monumento en su máxima prioridad y prometiendo que superará en tamaño y esplendor al Arco de Triunfo de París. La propuesta, lanzada mientras muchos estadounidenses lidian con el aumento del costo de la vida y mientras un controvertido proyecto de salón de baile en la Casa Blanca enfrenta una demanda de grupos de preservación, ha provocado críticas dentro y fuera del país, sobre todo después de que Trump descalificó a Francia y, en general, al continente europeo al afirmar que lo único que tienen es "historia".